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31.7.13

LA CIUDAD AUSENTE

Recién recibo este comentario sobre La ciudad ausente, la novela gráfica que hicimos junto a Pablo de Santis sobre la novela homónima de Ricardo Piglia y que fue nuevamente editada por el Zorro Rojo, aparecido en El cultural, suplementeo del diario español El mundo.
 Es un video muy bien realizado y que podrás ver en el siguiente link: 
espero te guste.

29.7.13

EXPO EN MUSARAÑA LIBROS

El sábado inauguramos una muestra con Carlos Nine, son dibujos. En la oportunidad improvisamos una charla de la que participaron muchos amigos.
La exposición estará abierta desde el 27 de Julio hasta el 20 de Agosto y podrá ser visitada de lunes a viernes de 16 a 20 hs. y sábados de 10 a 14 hs. en Musaraña Libros dentro del espacio multicultural y galería Casa Florida. Esto es en la calle Gral. José M. Paz 1530, Florida, Vicente López, Provincia de Buenos Aires.
Si pueden acerquensé.

16.7.13

ELOGIO DEL AUTOR ANÓNIMO


Se llama o llamó Boris Gurruchaga, mas conocido como el cabezón Gurruchaga, cuando lo conocí debía  merodear los setenta y pico, portaba una cara de amargo como si estuviera recordando el sabor del limón.
Fue en un bar de Primera Junta, ahí  me lo presentaron, era su “ofice” donde recalaba  todas las tardes después de gastar el día tras un escritorio en el correo.
Allí se reunía con  un grupo de seis o siete contertulios  de oficios  diversos.
 Invariablemente tomaba un café con leche y dos medialunas de grasa, era su cena, repetía  mientras mojaba la medialuna en el líquido.
Me parecía increíble estar frente al autor mas conocido de habla hispana.
Nunca escribió sus ideas ni cobró derechos de autor.
Cuando recuerdo su desmesurada producción no puedo dejar de evocar a Lope de Vega. Confiaba en la memoria de su pequeño auditorio. Hablaba en voz baja, deslizaba sus narraciones que sin forzarlo atrapaban la atención de los presentes.
 Seguramente alguna vez colisionaste con uno de sus relatos. En alguna sobremesa siempre hay alguien que sin saberlo despliega una colección de sus cuentos escogidos.
Obviamente, es muy importante quién cuenta sus historias, esto es casi como las traducciones en literatura. No es lo mismo alguien que ya antes de empezar aclara que él no tiene gracia para contar, sería mejor que se callara, pero el tipo insiste y no solo cuenta un cuento, generalmente son varios y tiene la mala costumbre de explicar sus finales, adulterando en gran parte el cuento original.
El cabezón Gurruchaga es  el inventor de casi todas las historias de borrachos que circulan en velorios o reuniones sociales. El cabezón  compuso los mejores chistes verdes, donde se aglutinan varios subgéneros, como el de cornudos, dimensiones desmesuradas del miembro viril, vírgenes experimentadas, recién casados etc..
 Otra categoría son los zoomorfos o semifábulas donde el primer puesto lo lleva el loro, pero también tiene con burros, conejos, elefantes.
 Jaimito es una de sus creaciones  que marcaron  época, inspiradas en las travesuras  de su   sobrino Jaime Gurruchaga, hoy filósofo, cuyos seminarios sobre Gilles Deleuze son paradigmáticos  en el mundo académico.
El cabezón Gurruchaga  se pasó  la vida pergeñando estas historias que generosamente difundía entre amigos que luego se encargaban de transmitirlas oralmente.
Cuantas tertulias amenizó desde el total anonimato, a través de la memoria de ocasionales contadores de cuentos.
 Mientras el mundo festejaba  sus ocurrencias (varias fueron traducidas a otros idiomas) Gurruchaga, desde las sombras asistía divertido  al reconocimiento a otros cuentistas como Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo, Bioy Casares, Julio Cortázar, Antonio Di Benedetto, Isidoro Blaisten, Daniel Moyano...
Es que es así, los grandes artistas, los verdaderos, esos que todos disfrutamos, generalmente son gente secreta que nadie conoce, ignorados por los templos del saber, circulan en la vida cotidiana, mezclados con las facturas de gas, el carrito del supermercado, la vecina que riega sus malvones, los canelones a la Rossini, el vermouth antes del almuerzo.


11.7.13

DIBUJO

El dibujo es un lenguaje. Un lenguaje que se aprende como cualquier lenguaje.
Puedo aprender una lengua extranjera, italiano por ejemplo, eso no significa que escribiré la Comedia.
Dibujo cuando escribo, dibujo cuando hago un planito para decirte donde está  mi casa, dibuja quien decora una torta, dibuja sobre el tórax del paciente el cirujano antes de tomar el bisturí, dibujo con una cámara fotográfica, dibuja un mueble el carpintero antes de que esa idea sea de madera…son distintos modos del dibujo, distintos objetivos.
En manos de un artista el dibujo es una herramienta poderosa.
Dibujar es ver, observar, analizar.
Mucha gente dibuja con los ojos cerrados aunque los tenga abiertos. Etiología del desacierto.
En una entrevista en Página 12  hace poco Marcia Schvartz decía esto:  “El otro día le escuché decir a alguien que el dibujo ya fue. Es increíble, el dibujo es la base, es el alma del artista, es el soplo. Lo que pasa es que ahora hay toda una estética que pasa por otro lado, que pasa más por el uso de la tecnología. La sensibilización está ausente, y el mundo del arte está muy banalizado”.
Coincido plenamente, el mundo del arte está banalizado y una materia prima como es el dibujar se devalúa en nombre de la tecnología o del concepto.
 También con imágenes creamos conceptos, es algo que ignoran los abogados de la palabra.

Estoy hablando demasiado, mejor me pongo a dibujar.

6.7.13

BABEL







 Lacan dijo alguna vez que uno puede saber lo que dice pero no lo que el otro escuchó.
Esto me ocurre con frecuencia cuando expongo alguna idea o reflexión.
Me cuesta entender  el ánimo beligerante de algunos, como si habláramos lenguas distintas, todo se resuelve  en un gano o pierdo.
Tal vez el punto de partida sea una mirada futbolera (en una época en que ese deporte es la religión del planeta) todo se define en  ganar o perder.
 Puedo comprobarlo cuando escribo alguna especulación con un matiz político. Algunos  carenciados de argumentos, recurren a agravios o etiquetas fáciles.
Tener la razón es casi tan imperativo como respirar.
Los rótulos  no dejan de asombrarme, si hay algo que me cuesta saber es, quien soy.
 ¿Quien soy?, es una incógnita difícil de  develar.
Como bien decía Oscar Wilde “ya no soy tan joven como para saberlo todo”.
Sin embargo, con ligereza, casi sin pensarlo, en dos segundos te cuelgan la etiqueta que se les ocurre: comunista, monto, anarco, facho, antisemita,  trosko, populista, sexòpata, posmo, ochentoso, setentista  etc etc
Con los años arribo a la conclusión que tal vez soy un conglomerado de ideas, humores, sentimientos, un microcosmos en perpetuo movimiento..
 Por supuesto que no ignoro el tiempo que me circunda y se de las usinas del descontento, todos los días y en cada noticia te filtran  miedo y desconsuelo, desparraman confusión, quieren crear otra Babel, se olvidan de una cosa… no son dioses.